Hace unos años no había duda, invertir en capital inmobiliario era la manera más segura y rentable de aprovechar los ahorros. También para los grandes capitales, este mercado se convirtió en uno de los negocios con mayores beneficios, necesitaban inversiones importantes pero los bancos y constructoras mitigaban cualquier riesgo en la operación. Pero la crisis llegó y la burbuja del ladrillo, ya explotada, hizo que ese mercado cayera y los inversores huyeran.
En la actualidad, pese a que el mercado inmobiliario vuelve a alcanzar los momentos previos a la crisis, muchos expertos aconsejan otro tipo de inversiones, mucho más seguras y estables pese a los movimientos de las economías mundiales. Los últimos estudios económicos desvelan que la manera más segura de rentabilizar nuestros ahorros y asegurarlos para el futuro es la inversión en oro, que alcanza cada vez más valor. El precio del oro está notando grandes subidas y algunos expertos creen que puede terminar el año a un valor de más de 1.400 dólares por onza.
Este crecimiento del precio del oro se debe a la inestabilidad política mundial. El Brexit, las elecciones pasadas en EE. UU. y las amenazas de Corea del Sur o el terrorismo islámico hace que las economías se resientan y los inversores busquen la estabilidad de sus finanzas. Estos piensan en la seguridad de transformar su dinero en un bien tangible que parece se sigue revalorizando.
Causa directa también de estos movimientos políticos mundiales es la subida en las inversiones de Bitcoins. Esta moneda virtual fue creada en 2009 y ya son muchos los países que legalizaron su utilización. La característica principal de esta divisa es su total independencia de cualquier mercado bancario y que se revaloriza a medida que es utilizada. Desde hace cuatro años el valor de esta moneda no ha parado de subir, revalorizándose hasta un 300.000%.
Pese a la fama de este mercado de las cibermonedas, muchos economistas nos ponen en alerta debido a la falta de normativa de este mercado. Su total autonomía fuera de las garras de mercados clásicos o gobiernos hace pensar que pueda convertirse en una gran burbuja. Lo cierto es que los inversores han confiado en los bitcoins de la misma forma que en el oro, convirtiéndolos en productos refugio para asegurarse el capital invertido.
Desde China, Gran Bretaña o EE. UU. nos llega otra de las maneras más seguras y estables de inversión, el Crowdlending. Esta acción proporciona una media de más del 7% de intereses en beneficios, dependiendo de la cantidad invertida y el riesgo asumido. Ofrece financiación rápida y los principales inversores y solicitantes son pymes, con lo que este tipo de mercados desarrolla y facilita la economía real e incluso la creación de empleo.
Para los más valientes y entendidos y por supuesto también para los grandes capitales, la bolsa sigue siendo el mercado donde más captaciones e inversiones se intercambian. Las pequeñas inversiones no obtendrán mucho rendimiento y puede correr el riego de no saber bien qué operación llevar a cabo y perderlo todo. Pero los grandes expertos son capaces de jugar y predecir las acciones del mercado y seguir ganando grandes sumas de dinero gracias a los intereses y las transacciones. Situaciones, insisto, reservadas para grandes y expertos inversores.