Desde el año 2013, Alemania está recuperando el oro de sus reservas que por razones históricas tiene depositado en otros países.
La legendaria reserva de oro del Bundesbank es la segunda más grande del mundo, después de la de Estados Unidos, pero una gran parte, alrededor de 3384 toneladas está en el extranjero.
El Bundesbank ha decidido tener estas reservas en su país, y para ello, desde 2013 ha comenzado una operación de “repatriación” silenciosa, amparándose en medidas de seguridad, de modo que no facilita información de cuándo ni cómo. Concretamente, las está almacenando en Frankfort. Este mes se ha sabido que las previsiones son que 674 toneladas llegarán a las bóvedas alemanas antes de 2020, procedentes de la Reserva Federal Americana y del Banco de Francia. No obstante, gran parte del oro depositado en la Fed, permanecerá allí, ya que de las 1500 toneladas que allí tienen, tan sólo unas 300 irán a Alemania.
Según declaraciones de Carl-Ludwig Thiele a la agencia alemana DPA, No se está repatriando el oro, porque nunca estuvo en Alemania. Por razones de seguridad en la Guerra Fría, hasta la reunificación de 1990, sólo había en el país 77 toneladas. Después de la 2ª Guerra Mundial, en 1951, el antecesor del Bundesbank, empezó a ahorrar en lingotes de oro, y las reservas aumentaron con gran fuerza en las décadas de los 50 y 60 gracias al crecimiento económico del país.
Los datos del oro transportado a Frankfort que ha facilitado Thiele son los de 2013 y 2014, y nos dicen que han llegado de Paris y Nueva York 157 toneladas a la sede del Bundesbank. El próximo año se darán a conocer las cifras de 2015.
Al parecer, la razón por la que Alemania está sacando todas sus reservas de Francia, es porque en caso de quiebra, podrían cambiar todas estas reservas por divisas.