Investigadores suizos han obtenido una esponja ultraligera a partir de oro de 20 quilates. Es tan ligera, que depositada sobre una taza de café, no produce prácticamente alteración.
Gracias a la química moderna, materiales como el oro amplían sus usos, más allá de los tradicionales como la joyería. Encontrando utilidades en la electrotécnica y otras investigaciones.
Para fabricar esta esponja, se ha tratado el oro dándole forma de aerogel, que es un sólido con un bajo peso específico, debido a su alta porosidad. El oro también es interesante por otras capacidades como su modulación de color.